Hubo una época en la que el AC Milan se paseaba por los grandes estadios europeos con aires de grandeza. El conjunto rossoneri imponía respeto cuando saltaba sobre el césped con los Maldini, Seedorf, Inzaghi o Pirlo de turno. Pocos eran los que podían vencerlo y muchos los que trataban de imitarlo o verse mínimamente reflejados. Su historia y su presente los sustentaba como uno de los grandes clubes del fútbol europeo. Era el sueño de todo niño italiano jugar en el AC Milan y tratar de emular las carreras de Gullit, Van Basten o Baresi

AC Milán 2-1 Liverpool, UEFA Champions League 2006-07.

Sin embargo de un día para otro, o más bien en términos futbolísticos de una temporada a la otra todo empezó a cambiar. El Milan pudo experimentar lo que significaba para un gran club caer a los infiernos. A día de hoy aún se encuentra inmerso en este largo túnel en el que todavía no se vislumbra un rayo de luz.

«El Milan pudo experimentar lo que significaba para un gran club caer a los infiernos».

No obstante, antes de la caída hubo victorias. Para encontrar el último gran Milan tenemos que remontarnos hasta la temporada 2010-2011. En esa temporada el Milan logró la última liga que ostenta su palmarés. Aquel era un conjunto envejecido que contaba en sus filas con grandes jugadores en el tramo final de sus carreras. Nesta (35), Gattuso (33), Seedorf (35) o Pirlo (32) eran parte de la columna vertebral del equipo, que junto a un joven Thiago Silva y a un espléndido Ibrahimovic dieron el último gran alirón al conjunto de la Lombardía. Mención aparte merecen el notable nivel de Abbiati en la portería, y la puntualidad en momentos claves de los brasileños Pato y Robinho

El útlimo gran AC Milan, temporada 2010/11.

Aunque la temporada 2011-2012 no fue del todo mala, logrando un segundo puesto en la liga y llegando hasta cuartos de final en la Champions League. El equipo llevaba ya tres temporadas pidiendo un recambio generacional para volver alcanzar la cima del fútbol europeo. Es así como al finalizar la temporada el Milan se deshizo de su veterana columna vertebral. Los Seedorf, Gattuso e Inzaghi abandonaron el club para dar relevo a los más jóvenes. Además, una importante crisi económica que vivía el club por aquel entonces obligó al equipo a vender a Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva, sus mejores jugadores, al PSG.

Ese verano marcó un antes y un después en la disciplina milanista. Para la temporada 2012-2013 el once titular contaba con jugadores de mucho menos nivel como Zapata, Montolivo, Nocerino, Mexes, Bojan o El Shaarawy. Esta fue la última temporada en la que el Milan lograría clasificarse para la Champions League, al obtener un tercer puesto al finalizar la competición. 

A partir de esta temporada el Milan no volvería a levantar cabeza, encadenado hasta cuatro temporadas sin pisar competiciones europeas. El fracaso en el que vive inmerso el club se explica a través de tres razones. La crisi económica y la inestabilidad institucional con la que ha tenido que convivir el club; la falta de una planificación deportiva clara que ha llevado a un ir y venir de entrenadores; y finalmente, la falta de acierto en el mercado de fichajes que ha trascendido en plantillas de mucha menor calidad.

La economía del club se empezó a resquebrajar entre finales de la primera década de siglo y principios de la década del 2010. El AC Milán, presidido por aquel entonces por el excéntrico exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, empezó a encadenar temporada tras temporada balances negativos en el mercado de fichajes. La deuda no paró de crecer durante los siguientes cursos, en buena parte también debido a los ingresos que dejó de percibir al no entrar en competiciones europeas. 

La notable caída del valor de la entidad junto a la mala reputación que empezaba a adquirir Berlusconi, tras verse implicado en distintos casos de corrupción, provocó la venta de la entidad el 13 de abril de 2017 al magnate chino Li Yonghong. El empresario chino tuvo que desembolsar cerca de 740 millones de euros para adquirir el club. Al aterrizar se encontró con una deuda de 220 millones de euros, que tuvo que financiar a través de un crédito del grupo inversor Elliott.

Berlusconi y Li Yonghong cerrando la venta del AC Milan

No obstante, este crédito tenía como condicionantes la adquisición del club por parte del grupo inversor, en caso de que el préstamo no fuera devuelto antes de su fecha límite. El préstamo caducó el 10 de Julio de 2018, con lo que el grupo inversor Elliott propiedad del magnate Paul Elliott se hizo con las riendas del club. Actualmente el club es propiedad de Paul Elliott que en Julio de 2018 designó a Paolo Scaroni como presidente. Aunque de facto el que lleva el control y la dirección deportiva del club es Ivan Gazidis como CEO, mientras que Paolo Maldini y Frederic Massara cumplen con la función de directores deportivos.

Esta inestabilidad persistente en los puestos directivos ha supuesto un descontrol total en la área deportiva del club. Así es como tras el despido de Allegri en enero de 2014, hasta ocho entrenadores se han sentado en el banquillo milanista. Algunos como Seedorf o recientemente Giampaolo fueron despedidos a las primeras de cambio debido a los pésimos resultados cosechados. Sin embargo otros entrenadores como Gattuso o Montella fueron sentenciados por la falta de paciencia de la directiva. En resumen, este vaivén de entrenadores se puede atribuir a la ausencia de una dirección deportiva que creyera en los distintos proyectos. 

«Tras el despido de Allegri en enero de 2014, hasta ocho entrenadores se han sentado en el banquillo milanista».

La mala gestión que ha llevado a cabo la dirección deportiva también se puede apreciar si observamos algunos de los fichajes que ha realizado el Milan en las últimas temporadas. Durante los años de esplendor, Galliani fue la cara visible en la área deportiva del club. A lo largo de este periodo llevó a cabo una magnífica gestión con fichajes como el de Kaka, Shevchenko, Pirlo o Cafú entre muchos otros. 

Galliani trató de reconstruir la plantilla mediante los fichajes de jóvenes promesas que apuntaban al estrellato como Pato, El Shaarawy, Balotelli, Kevin Prince Boateng o Bojan. Además también importó producto nacional con los fichajes de Montolivo, Saponara o Nocerino. No obstante ni los unos ni los otros rindieron al nivel esperado, lo que acabó provocando su dimisión en noviembre de 2013. 

El Shaarawy y Balotelli, dos promesas frustradas.

Tras su marcha la dirección deportiva del Milan quedó vacante y sin un rumbo fijo. A continuación vendrían años de miseria en materia de fichajes, siendo Diego López, Suso, Bacca, Luiz Adriano o Bertolacci los fichajes más destacados. Aunque ninguno de ellos acabaría cumpliendo las expectativas generadas. 

En el verano de 2017 y con la entrada de los nuevos propietarios chinos, el AC Milan realizó una fuerte inversión en el mercado de fichajes. Ese verano llegaron Calhanoglu, Ricardo Rodriguez, Kessie, André Silva o el flamante fichaje de Leonardo Bonucci. Todo parecía indicar que esa sería la temporada de un nuevo Milan, sin embargo ni los fichajes en años posteriores de Higuain, Piatek, Paqueta o Bakayoko han permitido cambiar el rumbo de la entidad lombarda. 

Es una realidad que el conjunto rossoneri está viviendo los peores años de su historia reciente. El AC Milan lleva ya seis años sin pisar una fase de grupos de la Champions, algo inimaginable hace una década para el segundo club con más Champions en su palmarés. Como hemos visto a lo largo del artículo, la inestabilidad en la que vive inmersa el club es el factor principal que los ha llevado al abismo. Es por eso que para recuperar el estatus de grandeza es fundamental, en primer lugar, dotar de estabilidad al club, y el segundo objetivo debería ser confiar en un proyecto a largo plazo, que año tras año vaya dando pasos hacia delante

El Liverpool puede ser un buen ejemplo a seguir. Un club histórico que hace cinco años también se encontraba inmerso en una crisi de resultados y proyectos, y que temporada tras temporada con un proyecto a largo plazo ha terminado logrando sus objetivos. 

Pese a todo ello, el AC Milan es un histórico en el fútbol europeo y es indudable que tarde o temprano volverá al sitio al que pertenece.