FeliZidane:
1 f. Estado de grata satisfacción espiritual y física producida por el Real Madrid CF y su entrenador Zinedine Zidane.
2 f. Sentimiento que ha estado vigente en todos los madridistas entre el 4 de enero de 2016 hasta el 16 de julio de 2020.
La primavera de «La Flor de Zidane»
El 4 de enero de 2016 llegó al banquillo del Real Madrid como regalo de Navidad una leyenda del fútbol que conocía bien la capital española, Zinedine Zidane. Con el francés al mando del equipo, el Real Madrid conseguía reinar de nuevo en Europa, conquistando tres Champions League consecutivas (2015/2016, 2016/2017, 2017/2018) y una Liga en la temporada 2016/2017. Una vez conseguida la decimotercera Copa de Europa para el Real Madrid, ZZ abandonaba el equipo, dejando un legado que será muy difícil de superar.
La época post Zidane fue un período de tiempo muy duro para el madridismo. La marcha de Cristiano Ronaldo y la destitución de dos entrenadores en poco más de medio año hizo que, 284 días después, el francés volviera a coger las riendas del equipo, consiguiendo la 34a Liga para el Real Madrid en la temporada 2019/2020.
Volvía la FeliZidane, pero ya advertía Cervantes en el capítulo IV de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha: «Segundas partes nunca fueron buenas«.

Zinedine Zidane, manteado por la plantilla, en la celebración de la duodécima. Fuente: EFE
El crudo invierno
Después de un tormentoso verano en el que los merengues caían en octavos de la Champions League frente al Manchester City de Guardiola, el Real Madrid no ha logrado levantar cabeza en la temporada 2020/2021. Zidane estaba con un pie fuera del equipo después de la mala racha que afrontó el Madrid en octubre, pero el entrenador se había ganado la confianza de los aficionados y del presidente para poder afrontar «el clásico». Los madridistas se impusieron por 1-3 a los culés en el Camp Nou. Esa victoria sería la gran derrota del Real Madrid esta temporada. Zidane se quedó, y con él sus costumbres y el pésimo juego del Madrid.
Actualmente, el equipo se encuentra en la 4a posición de la clasificación de la Liga, a 7 puntos de la Real Sociedad -el líder en la clasificación liguera-. En competición europea el equipo está obligado a ganar el miércoles ante el Borussia de Mönchengladbach para no quedarse fuera de los octavos de final por primera vez en su historia. Todo ello debido a ridículos que ha protagonizado el equipo como el caso del 4-1 en Mestalla o las dos derrotas ante el FK Shajtar Donetsk. No todo es culpa de Zidane, pero sí la mayoría.

Zinedine Zidane, durante el partido contra el Shakhtar Donetsk.
Fuente: /SERGEY DOLZHENKO/ EFE
La Revolución de Zidane
Cuando Zizou llegó por segunda vez al Real Madrid, el entrenador prometió a la afición hacer una revolución en una plantilla desgastada por la edad. El francés tenía el reto de señalar a aquellos que ya no daban el nivel para el club, pero con los que el entrenador lo había ganado todo.
Igual que en la película de David Fincher, El Club de la Lucha, la primera regla de la revolución de Zidane es que no existe la revolución de Zidane. La gran mayoría de la plantilla actual del equipo es la misma que la de aquél Real Madrid que dominó Europa, pero con 5 años más.
En el Real Madrid es más fácil encontrar quién da la talla para formar parte de la plantilla que aquellos que sobran. El equipo que ha construido Zidane a través de sus peticiones al club queda muy lejos de ser propia de uno de los clubes más grandes del mundo.
El madridismo sigue a la espera de ver la explosión de jugadores que iban a «reventar» el mundo del fútbol, como Vinicius o Rodrygo, jugadores que no consiguen regresar a su nivel como Asensio u otros que aún no han justificado las cantidades de sus fichajes, por ejemplo Jovic, Militao y Hazard.
Jugadores como Achraf, Reguilón, Marcos Llorente o James Rodríguez han tenido que buscarse otro club para poder disfrutar de los minutos que Zidane les privaba. En su lugar, el francés ha preferido mantener el núcleo de aquellos jugadores que alzaron la Undécima en Milán.

Foto oficial del Real Madrid 2020/2021.
Fuente: Real Madrid
A todo ello se le ha sumado la mala suerte. El club ha tenido que afrontar partidos claves con bajas de jugadores importantísimos para el equipo, como el caso del capitán Sergio Ramos, el centrocampista Fede Valverde o el belga Eden Hazard. El gran problema es que antes había un gran fondo de armario para poder sustituir las bajas, ahora los encargados de suplir a los titulares son jugadores que no dan el nivel esperado.
El rendimiento de muchos jugadores del Real Madrid acompaña a ese mal juego del equipo, si es que lo hay. No se sigue ninguna coherencia y las alineaciones de Zidane son una incógnita. Los cambios durante el partido llegan tarde y los madridistas realizan un juego basado en centros que debe rematar un 9 puro, posición que en el esquema de ZZ no existe. Su insistencia por recuperar a jugadores como Isco o Marcelo -este último es el único jugador presente en las 10 derrotas de Zidane durante su segunda etapa en el Madrid-, y la poca continuidad que da a jugadores como Mariano, están enfadando mucho al madridismo.
Un caso similar al de Zidane sucedió con Vicente del Bosque en la selección española. El seleccionador se llevó al Mundial de 2014 un bloque muy similar al del Mundial conseguido en 2010, pero con jugadores desgastados y con un nivel muy por debajo de las expectativas. Vicente del Bosque no quiso tomar la responsabilidad de regenerar el grupo que le había dado un Mundial y una Eurocopa, totalmente razonable. Para conseguir hacer una revolución en la selección española se tuvo que prescindir del seleccionador. ¿Debe suceder lo mismo en el Real Madrid?
El madridismo estará eternamente agradecido a los servicios que ha prestado Zinedine Zidane al Real Madrid CF en la figura de jugador y de entrenador. Zizou es y será una leyenda blanca.
Las despedidas siempre son difíciles. ¿Dirá adiós el madridismo a la FeliZidane?
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