Después de que la junta directiva, liderada por el aún presidente en funciones, Josep María Bartomeu, haya impedido la salida de Leo Messi, capitán y máxima estrella del club, decidimos reflexionar sobre todas las estrellas azulgranas que en un momento de su carrera no se sintieron a gusto en el Futbol Club Barcelona, uno de los clubs más potentes y laureados del continente, y decidieron volar lejos del Camp Nou.
Aunque no pasaré por alto que, el club de la ciudad condal, en lo que a la última década respecta, ha despedido con honores canónicos a estandartes del club, como es el caso de Puyol, Xavi, Iniesta e incluso Javier Mascherano.

El abogado de Neymar después de pagar la cláusula del futbolista brasileño.
Es una evidencia que el futbol ha estado en constante cambio durante toda su historia y que los futbolistas se han dejado llevar por este, pero en la última década hemos podido observar que, el capitalismo y las grandes empresas han visto una buena manera de ganar dinero y se han instaurado flagrantemente en el deporte rey. Aun así, este hecho no tapa que el Barça, durante toda su historia, ha perdido a grandes futbolistas que decidieron, ya sea después de varias temporadas en el club o con un paso fugaz por este, ir en busca de nuevos aires.
Estas son cinco de las estrellas del conjunto blaugrana que decidieron buscar nuevos aires fuera de la ciudad condal:
Luis Suárez Miramontes
Luis Suárez es, hasta la fecha, el único jugador español que ha conseguido el Balón de Oro. Fue en el año 1960, en el cual ganó en Barcelona la liga y la Copa de Ferias y alcanzó la semifinal de la Copa de Europa, en la que cayó frente al Real Madrid. Pese a cosechar grandes títulos, Luis Suárez nunca fue feliz en el Barça. Llegó joven procedente de La Coruña, y parte de la afición le puso las cosas muy complicadas porque desplazaba a Kubala de las alineaciones, sobre todo fuera de casa.
Kubala había sido un mito para el barcelonismo y muchos consideraron a Suárez un usurpador, que únicamente había venido para destronar a su líder. Helenio Herrera, que veía a Kubala lento y poco dispuesto al trabajo, avivó la llama de aquella tensión al dejar al húngaro desplazado de la titularidad en incontables ocasiones.

Luis Suárez vistiendo la camiseta del FC Barcelona.
Herrera acabó entrenado al Inter durante la temporada 1960-1961, y desde su llegada su ilusión fue contar con el delantero gallego en sus filas. Convenció a Moratti para que hiciera una oferta realmente escandalosa, 25 millones de pesetas de la época, algo sin precedentes. La cantidad resultó alucinante para esos tiempos y provocó un gran debate nacional. El Barça estaba económicamente arruinado, había dimitido su presidente, Miró-Sans, y la junta gestora que se hizo cargo del club obtuvo permiso de los dos candidatos a las elecciones, Enrique Llaudet y Jaime Fuset, para llevar a cabo la venta.

De izquierda a derecha: Sandor Kokcsis, Luis Suárez y Ladislao Kubala.
Suárez acabo triunfando en el Inter, equipo con el que ganó en dos años consecutivos la Copa de Europa y la Intercontinental. Era el referente de aquel equipo, en el que Helenio puso a su alcance jugadores velocísimos para explotar los lanzamientos del gallego: Facchetti, Mazzola, Jair, Peiró, Domenghini… Su salida marcó el fin de una época de oro del fútbol español, que había estirado durante unos años más el brazo que la manga y tuvo que hacer economías.
Ronaldo Nazario
Otro futbolista que cambio Barcelona por Milán fue Ronaldo Nazario, que solo estuvo en el club blaugrana una temporada (1996/97), pero aun así dejó una huella imborrable, por su calidad, potencia y gol. Durante el transcurso de esa temporada como azulgrana, el brasileño metió la friolera de 47 goles.

Ronaldo celebrando un gol con la camiseta del Barça.
Finalmente, cuando el club tenía que renovarle para mejorar sus condiciones salariales, hubo un desencuentro entre la Directiva, que por aquel entonces estaba presidida por José Luis Núñez, y los representantes del jugador, que acabó con el brasileño en el Inter de Milán.
Ronaldo Nazario
«Yo había firmado el contrato renovando al final de la temporada y me fui de viaje con Brasil, y a los cinco días me llamaron para decirme que no podría seguir con la renovación. Nunca estuvo en mis manos. Yo tenía el deseo de seguir. Si el club no me valoraba como tenía que ser, no estaba en mis manos esta decisión. Me hubiera gustado quedarme».
Allí, en la Serie A italiana, estuvo cinco años antes de recalar en el Real Madrid de la mano de Florentino Pérez en 2002. En las cuatro temporadas y media que vistió la camiseta blanca, el brasileño marcó 104 goles en 177 partidos.
Neymar
Neymar, aun haber pasado tres temporadas, es el caso más reciente que han vivido los aficionados del club blaugrana. En el verano de 2017, el brasileño protagonizó el traspaso más caro de la historia del fútbol. El PSG pagó al Barça la cláusula de rescisión fijada en 222 millones de euros. Una operación que llenó las arcas del club azulgrana y le abría un abanico de posibilidades a la hora de fichar futbolistas para remplazar al crack de la ‘Canarinha’.
«Me fui porque quise un nuevo desafío. El desafío de ganar y buscar algo nuevo. De encontrar nuevas dificultades. El Barcelona es un club que siempre me apasionó, y todavía hoy me apasiona. Hablo de forma asidua con mis compañeros, pero en aquella época quise probar algo nuevo y por eso decidí irme».
Neymar
Neymar es uno de los casos que no se pueden achacar a la gestión del club, ya que era prácticamente imposible retener al futbolista, tomando como referencia el desorbitado sueldo que estaba dispuesto a pagarle el club parisino. En esta ocasión, Neymar prefirió dinero, antes que un proyecto deportivo ganador.

Bartomeu y Zubizarreta junto a Neymar en su presentación con el Barça.
Edgar Davids
Edgard Davids fue presentado el 12 de enero de 2004 como una estrella en la convulsa primera temporada de Rijkaard. El futbolista holandés se comprometía para los próximos seis años con el club de la Ciudad Condal, que por aquel entonces estaba fuera posiciones de Champions.

Edgar Davids vistiendo la camiseta del FC Barcelona.
Davids dio otra dimensión al Barça, sobre todo por el efecto dominó que tuvo en algunos de sus compañeros. Con su fichaje, Rijkaard cambió de sistema y futbolistas como Xavi, que no habían acabado de encontrar su mejor versión, dieron un salto descomunal en su juego. El de Terrassa adelantó unos metros su posición y su juego se volvió más dinámico e influyente cerca del área. La presencia de Davids se dejó notar y el Barça se convirtió en un equipo más equilibrado de Europa. Más allá de su aportación futbolística, el holandés imprimió al equipo su mentalidad ganadora.

Edgar Davids robándole un balón a Dani Alves
.A principios de julio el acuerdo parecía cerrado con el holandés: tres temporadas, a razón de dos millones de euros por cada una. Pero Davids se marchó a la Eurocopa sin firmar y se comprometió con el Inter. En el Barça sospechaban que tenía un preacuerdo con el Inter desde hacía meses. Un temor que pareció confirmarse al conocerse la noticia. El gran rendimiento de Deco hizo que contra pronóstico el equipo no echara de menos al holandés. Pero su paso por él dejó la sensación de una historia incompleta.
Zlatan Ibrahimovic
Zlatan Ibrahimovic fichó por el FC Barcelona el 27 de julio de 2009, con un contrato que le vinculaba al club catalán durante cinco temporadas, de las que solo cumplió una. Su incorporación significó el fichaje más caro del club culé, hasta la fecha. Con el traspaso de Eto’o y una indemnización, el precio del futbolista oscilo los 70 millones de euros.
Se presentó como jugador azulgrana el 27 de julio, congregando en el templo barcelonista a más de 60.000 aficionados, una cifra récord para el club en la presentación de un jugador.

Zlatan Ibrahimovic celebrando un gol con la camiseta del Barça.
Durante la temporada de azulgrana consiguió goles importantes, como en el clásico frente al Madrid, en el Camp Nou, que le dio los tres puntos a los de Guardiola; o el partido frente al Arsenal en Champions, en el que anotó dos dianas. Pero su fugaz buen rendimiento se vio truncado tras quejarse constantemente de las faltas que, a su juicio, le hacían los rivales y que los árbitros nunca pitaban.
Los medios empezaron a rumorear sobre la posible marcha del jugador sueco que, desde la vuelta de la Champions frente el Inter, no volvió a entrar los planes de Pep Guardiola; en la memoria de todos aún está el cambio ante el equipo interista. El Barça necesitaba marcar y Pep quitó del campo a Ibra y puso a Gerard Piqué como central. Ese gesto supuso ya el divorcio entre ambos.

Imabrahimovic saludando a Pep Guardiola, de manera poco amistosa, después de ser substituido.
El paso de Zlatan por el Barcelona fue corto pero intenso. Con la camiseta azulgrana marcó 16 goles en 29 partidos de Liga, un gol en dos encuentros de Copa, y 4 en 13 partidos europeos. Un total de 21 goles en una temporada. Por todo ello, no es de extrañar que el propio Guardiola se deshaga en elogios hacia él, siempre que se le pregunta.
Es cierto que el club esta por encima de cualquier futbolista y, a veces, es difícil razonar y trabajar con determinados egos, puesto que los futbolistas, como cualquier otro ser humano, son egoístas por naturaleza. Aun así, los directivos culers tendrían que saber gestionar estos caracteres y así beneficiarse de los mejores futbolistas del mundo para crear proyectos ganadores, y no repetir, una y otra vez, la fatal lluvia de estrellas fugaces con dirección opuesta al Camp Nou.
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