El fútbol a gran nivel, como muchos otros deportes, no es únicamente un medio de entretenimiento para las masas, sino que es una herramienta, de la gente, para reivindicar sus anhelos, sus cuestiones y sus pensamientos. El fútbol no es más que la representación teatral de esa obra a la que llamamos, irónicamente, vida.

Esta teoría es propia del romanticismo futbolístico y de las teorías filosóficas de los grandes eruditos de este deporte, pero en la práctica es más compleja y, hoy en día, no es sencillo encontrar clubes que desempeñen esta labor social. Debido al factor que hace que vivamos en la vorágine de la inmediatez, y por esta razón, los clubes de primera línea con tal de subsistir tienen que venderse a grandes multinacionales, para las cuales el deporte es un mero negocio, y pierden el peso de representar a una sociedad, ya que todos los clubes, en mayor o menor media, representan a su gente.

Después de leer este pequeño ensayo, muchos pensaréis que soy un tremendista, y seguramente tengáis razón, pero en medio de esa maleza gramínea que brota en el mundo del deporte, podemos encontrar pequeñas semillas que intentan brotar hasta ver germinar una bella flor, llamada fútbol social. Grandes ejemplos de equipos con conciencia social germinan en forma de flora autóctona en medio de una maleza tan diseminada.

Para ejemplificar esta teoría hay grandes ejemplos, como es el caso del Independiente de Vallecas o el Rayo Vallecano, pero hoy vamos a centrarnos en un club que milita la segunda división alemana, un club que sitúa su sede al norte de Alemania y que ha hecho de la reivindicación social, una seña de identidad, a través de la cual está explotando su marca alrededor del mundo.

Fußball-Club Sankt Pauli von 1910 - Viquipèdia, l'enciclopèdia lliure
Escudo del St. Pauli

Este club es el St. Pauli, un equipo polideportivo alemán con sede en San Pauli, distrito de Hamburgo. Este club no es, ni mucho menos, uno de los equipos puntales en Europa. Ni siquiera es puntal en Alemania. Esta sociedad deportiva tiene la particularidad de que todo lo que han sido, son o pueden llegar a ser, es gracia a sus aficionados; incluso el logo, con el cual lo reconocemos hoy en día (la calavera), es obra de sus aficionados.

El St. Pauli se rige bajo una premisa ascendente, ya que las decisiones se toman de abajo a arriba, y el club, por consecuencia, aceptó hace varias décadas la línea política e ideológica que sugerían los aficionados, por ese motivo lo reconocemos como un club antifascista, antirracista y antisexista.

El St. Pauli aceptó hace varias décadas la línea política e ideológica que sugerían los aficionados, por ese motivo lo reconocemos como un club antifascista, antirracista y antisexista.

La historia del club, con sede en Hamburgo, se divide en dos etapas. Durante la etapa anterior a 1985, el club era reconocido de manera mediocre por los aficionados al fútbol de la ciudad, ya que el club con pundonor en esa época era el HSV. Además, el St. Pauli tampoco pasaba por su mejor época a nivel Deportivo, ya que militaba la 3a división del país. Posteriormente, pasado media década de los 80, el club vivió un cambio que lo marcaría de por vida.

FC St. Pauli - Estadio - Millerntor-Stadion
Millertorn Stadion

En 1985, el St. Pauli decidió empezar de cero, un acto simbólico que se permitieron hacer los dirigentes del club gracias a la poca masa social que movía el equipo en aquel entonces (unos 3000 seguidores). Durante ese año 1985, muchos jóvenes con pensamientos de tono anarquista y vestimentas Punkys, decidieron ocupar un edificio abandonado llamado “Hafenstrasse”, situado en las cercanías del estadio.

Los aficionados anarquistas rápidamente encontraron en el St. Pauli un equipo virgen, ideológicamente hablando, y rápidamente se aficionaron a él. Este hecho también fue causado por la ideología, en aquel entonces ultraderechista, que tenía el HSV y que contradecía las ideas revolucionarias que tenían los nuevos aficionados del “corsario de la liga”.

Unos años más tarde, en 1991, el club hizo latente su postura ideológica y añadió estas posturas antirracistas y antihomofóbicas en sus estatutos; además, durante estos años tan prolíferos, institucionalmente hablando. el St. Pauli prohibió los cánticos xenófobos en el estadio, hecho que no tenía precedentes.

Otro de los pensamientos bien arraigados en el club, son la conciencia de clase y muchos de sus aficionados se movilizan en contra de los desalojos y a favor de la acogida de los refugiados. Sin ir más lejos, en 2014, apadrinaron al FC Lampedusa, un equipo de refugiados de la ciudad. El equipo es entrenado por mujeres de la rama femenina del St. Pauli.

En 2006, el club, a raíz de la gran movilización que vivía Alemania para organizar el mundial, el club creó un torneo denominado FIFI Wild Cup, un torneo en el cual participaron selecciones no reconocida por la FIFA. En este campeonato participaron selecciones como es el caso de Groenlandia, Gibraltar, Tíbet, Zanzíbar o la República Turca del Norte de Chipre, que salió campeón.

El FC St. Pauli es uno de esos clubes que te hacen reencontrarte con la esencia del deporte y con la esencia de la vida, porque, al fin y al cabo, cada decisión que tomamos, la hacemos con la intención de mejorar el mundo; un mundo más justo para todos, un fútbol más justo para el mundo.