Historia

Cuando en 1914 empezó la Primera Guerra Mundial nadie podía prever que dicha contienda supondría el nacimiento del fútbol femenino en el Reino Unido. Y si hablamos de fútbol y de mujeres, hay un nombre que sobresale por encima del resto: el Dick Kerr’s Ladies.

El Dick Kerr’s Ladies se fundó en 1917 en la ciudad de Preston, Inglaterra, en el seno de la fábrica de municiones de la compañía Dick, Kerr & Co. Cuando los hombres marcharon a la Gran Guerra, las fábricas del país se vieron necesitadas de mano de obra y tuvieron que contratar a las mujeres de los soldados. En este contexto, en un momento de baja producción hacia finales de 1917, las mujeres empezaron a jugar con los aprendices en partidos que se jugaban en los descansos del almuerzo y a la hora del té.

Aunque en un primer momento no se veía con buenos ojos que las mujeres participaran en prácticas deportivas, los empresarios creyeron que el fútbol permitiría subir la moral de las trabajadoras y así aumentar la producción. Tras esto, las mujeres formaron un equipo bajo el mismo nombre que llevaba la fábrica y Alfred Frankland,  un trabajador de esta, se encargó de administrarlo.

Desde un primer momento el equipo atrajo grandes multitudes al estadio, llegando a ser 10.000 los espectadores que presenciaron un partido celebrado contra el equipo formado por jugadoras de la fábrica Arundel Coulthard. El encuentro, celebrado en el estadio Deepdale, terminó 4-0, resultado favorable a las mujeres del Dick Kerr’s. A partir de entonces se dedicaron a realizar torneos contra equipos como el suyo, formados por trabajadoras de todo el país. El dinero que recaudaban se destinaba a los soldados heridos en la guerra. Por su parte, las integrantes del equipo cobraban 10 chelines por cada partido que disputaban.

El equipo existió durante más de 48 años, de 1917 a 1965, jugando la gran cantidad de 828 partidos, de los cuales consiguieron ganar 758, empatando 46 y perdiendo únicamente 24. Durante sus primeros años, los más exitosos, los partidos llegaron a atraer a 50.000 espectadores, cifras que hoy en día serían prácticamente de récord si no fuera por el auge que está viviendo el fútbol femenino en los últimos tiempos en Estados Unidos y Europa.

Trabajadora de una fábrica de municiones Dick, Kerr & Co. durante la Primera Guerra Mundial. Fuente: Hulton Archive/Getty Images
Trabajadora de una fábrica de municiones Dick, Kerr & Co. durante la Primera Guerra Mundial. Fuente: Hulton Archive/Getty Images

Internacional

Por si fuera poco, el Dick Kerr’s Ladies no solo se encargó de popularizar el deporte en su país, sino que también llevaron el fútbol femenino por Europa. Fruto de la fama que consiguieron, lograron disputar el que sería el primer partido internacional de fútbol femenino de la historia. Con 53.000 espectadores en las gradas, el equipo derrotó 2-0 a un equipo parisino dirigido por una de las pioneras del deporte femenino en todo mundo, Alice Millat.

Posteriormente, disputarían una gira por Francia jugando partidos en las ciudades de París, Roubaix, El Havre y Rouen, empatando tres de ellos y cosechando una victoria en el último de ellos. La publicidad que les dio la gira hizo que al volver a Inglaterra, en el Boxing Day de 1920, 53.000 aficionados fueran a Goodison Park a ver el partido que les enfrentó al St. Helen. Ese día fue cubierto por el noticiero Pathe News y Lily Parr se convirtió en una de las grandes figuras del fútbol británico.

Partido que enfrentó al Yorkshire Lady frente al Deck Kerr's Ladies en 1921. Fuente: BBC News
Partido que enfrentó al Yorkshire Lady frente al Deck Kerr's Ladies en 1921. Fuente: BBC News

Lily Parr

Lily Parr, una mujer de 1,81 m, era la cuarta de siete hermanos y desde pequeña tuvo interés por el fútbol. Se recuerdan de ella su fuerza desmesurada y un apetito goleador insaciable. En su primera temporada marcó ni más ni menos que 43 goles, y para cuando su carrera tocó fin, en 1951, había anotado más de 1.000 goles.

Lily Parr formaba parte de lo que en aquella época se conocían como las munittionettes, las trabajadoras de las fábricas de municiones, que fueron las que mejor fútbol llegaron a practicar. Al principio la gente acudía a los partidos por pura curiosidad, pero con el tiempo fueron derribando prejuicios machistas y tuvieron mucho público en las gradas. Parr empezó a jugar el Dick Kerr’s Ladies con tan solo 15 años y jugó en el equipo durante 31 años, convirtiéndose en la jugadora más legendaria del equipo y en un icono del fútbol mundial.

Cuenta la leyenda que tenía un chute potentísimo, muy por encima del resto, y que una vez incluso le fracturó el brazo a una portera rival. Así era Lily Parr, una mujer sencilla que al retirarse trabajó ayudando a enfermos mentales en un hospital y que falleció a los 73 años. No olvidemos que estamos delante de la máxima goleadora histórica del fútbol inglés, por encima de leyendas como Bobby Charlton, Alan Shearer, Gary Lineker o sir Stanley Matthews.

“El comité consultivo expresa su opinión sobre que este deporte es inadecuado para mujeres, por lo que no debería ser promovido”

Comité de la FA

Cuando la federación prohibió el fútbol femenino de manera oficial, Lily Parr siguió jugando en terrenos extraoficiales e hizo giras para recaudar dinero para fondos caritativos por Francia, Estados Unidos y Canadá.

Lily Parr, legendaria jugadora del Dick Kerr's Ladies. Fuente: ABC color
Lily Parr, legendaria jugadora del Dick Kerr's Ladies. Fuente: ABC color

Prohibición

Cuando acabó la Gran Guerra y los hombres volvieron del frente también recuperaron sus puestos de trabajo en las fábricas. De la misma forma los equipos de fútbol masculino recuperaron a sus integrantes, y fue entonces cuando las mujeres recibieron la puñalada por la espalda. Una traición histórica.

A sabiendas de la popularidad que habían adquirido los clubes femeninos, los dirigentes de los clubes masculinos acordaron prohibir, junto con la Asociación de Fútbol (FA), que las mujeres pudieran jugar en los estadios bajo la autoridad de la Federación. El 5 de diciembre de 1921 se acabó el fútbol federado femenino en Inglaterra. Citando textualmente la resolución del comité de la FA: “el comité consultivo expresa su opinión sobre que este deporte es inadecuado para mujeres, por lo que no debería ser promovido”.

Así, el fútbol femenino se mantendría vetado durante cincuenta años, hasta 1971. Ya no podían disputar los partidos en los campos de antaño, tenían menos recursos y muy poca exposición, y así seguiría hasta 1993 cuando la FA volvió a preocuparse de la administración y financiación de la liga femenina.

A pesar de todo, luchando contra viento y marea, el club siguió adelante como buenamente pudo. En 1926 cambiaron de nombre y el Dick Kerr’s Ladies pasó a llamarse Preston Club de Fútbol Femenino. Aún con todas estas trabas, el club consiguió durante la década de los treinta mantener una media de 5.000 espectadores, y siguieron disputando encuentros hasta 1965.

Para todas las mujeres que suplieron a los hombres cuando estos fueron a la Gran Guerra ésto supuso una humillación histórica. Una gran falta de respeto. Hasta 900.000 mujeres llegaron a trabajar en las fábricas de municiones, en condiciones deplorables. Desarrollaron enfermedades que acortaron sus vidas y afectaron a su fertilidad. Un claro ejemplo es el hecho de que a las munitionettes se les apodara también canarios, no porque fueran rubias, sino porque todas tenían el cabello amarillo debido a que el sulfuro de los explosivos teñía de ese color cualquier parte del cuerpo que estuviera expuesta a ellos.

En el poder de todos reside la obligación de mantener vivo el recuerdo de todas estas mujeres que tanto dieron por Inglaterra y por el fútbol femenino. Ante el auge que vivimos hoy en día de este deporte, no olvidemos que ya en los años veinte, el Dick Kerr’s Ladies consiguió récords de asistencia en estadios que hasta este último lustro no se habían superado. Honor a las munitionettes.


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