Hay jugadores que marcaron un antes y un después en el mundo del fútbol. Jugadores únicos que siempre serán recordados por su manera de jugar dentro del campo y por todos los éxitos que trajeron consigo. Paolo Maldini, Roberto Carlos y Gerard Piqué son deportistas de este estilo.
Tres futbolistas de distinta nacionalidad, distintos equipos y pertenecientes a diferentes épocas, pero con muchas cosas en común, una de ellas: los tres zagueros llevaron el número 3 a sus espaldas. Históricamente, este dorsal ha estado asignado a los jugadores de la línea defensiva (especialmente de la banda izquierda). A lo largo de la historia del fútbol, una serie de jugadores se han encargado de hacer de este número una insignia del deporte rey.
En un artículo donde se habla de defensas y del dorsal 3, no podía faltar Paolo Maldini, para muchos el mejor defensa de toda la historia. El italiano disfrutó de una exitosa carrera en el club que le vio debutar, crecer y retirarse: el Milán. El 20 de enero de 1985 debutaría un chaval de 16 años en un duelo contra el Udinese. Sin embargo, no era un desconocido. Su padre, Cesare Maldini, ya había triunfado como futbolista, jugando más de una década para el conjunto ‘rossoneri’. Quién hubiese dicho ese día que se convertiría en el emblema de todo un club, en un símbolo de fidelidad y en un referente para tantísimos aficionados al fútbol.
Un grandísimo abanico de habilidades técnicas hizo que se desenvolviese de manera excelente en dos posiciones distintas de la zaga. Podía jugar como lateral izquierdo o en el centro de la defensa. Su manera de ver el fútbol, la inteligencia que demostraba dentro del campo y su colocación eran solo algunas de sus grandes virtudes.
La capacidad que tenía para leer el juego, sus dotes de liderazgo y sus anticipaciones claves hacían de Maldini el defensa perfecto. En sus 24 años que estuvo en activo, ganó 26 títulos, entre ellos 5 Copas de Europa y 7 ‘Scudetto’. Su paso por el club milanés fue tan significativo que su dorsal acabó retirado. Sin embargo, no pudo hacerse con el Mundial de 1994, tras perder la final en los penaltis contra Brasil. Gracias a su extraordinaria carrera en el club de su vida y en la selección se ganó su apodo: Il Capitano.

Paolo Maldini con el dorsal '3' a la espalda en el AC Milan
Otro icono del fútbol que jugó con el dorsal 3 a sus espaldas fue Roberto Carlos, jugador que ocupaba el flanco izquierdo de la zaga. El brasileño se formó el União São João y tras pasar por el Palmeiras e Inter de Milán, llegaría al Real Madrid, donde deslumbraría al mundo entero con su juego vertical y sus impresionantes zurdazos.
En el club blanco estaría 11 temporadas, dejando una huella difícil de reemplazar en aquella banda izquierda. Roberto Carlos es considerado por muchos uno de los mejores laterales de la historia, ya que su juego cambió la concepción que se tenía del lateral defensivo. Apareció una vertiente más ofensiva del defensor, no tan centrado en impedir encajar goles y más capacitado para llegar con asiduidad al área rival y crear ocasiones de gol.
Entre sus características, Roberto Carlos destacó por su vertiginosa velocidad. Su potencia física le permitía ser capaz de recorrer su banda de un lado a otro durante todo el partido. La velocidad era una virtud clave para la función que desempeñaba, ya que durante sus internadas ofensivas se producían desajustes defensivos, los cuales posteriormente tenía que cubrir. Otra de sus virtudes más reconocidas era la pegada que poseía en su pierna izquierda. Sus potentísimos tiros libres fueron una seña de identidad para el brasileño durante toda su carrera. Entre su palmarés se encuentran 3 Copas de Europa y el Mundial que ganó con Brasil en el 2002 ante Alemania.

Roberto Carlos con el Real Madrid luciendo el dorsal '3'
Por último, otro defensa que dejará huella y agrandará el dorsal número 3 es Gerard Piqué. El catalán se formó en las categorías inferiores del Barça, el club de sus amores, hasta que con 17 años decidió probar suerte en el Manchester United de Ferguson. Dos años más tarde, salió cedido al Zaragoza, tras no contar con muchas apariciones con el entrenador inglés. En el conjunto maño completó una notable temporada, compartiendo zaga con Gabriel Milito.
En 2008 y con Guardiola al mando, el Barça confió en Piqué y apostó por traerlo de vuelta abonando 5 millones al United. Su paso por el club blaugrana no necesita demasiada explicación. Formó parte de la época dorada del Barcelona, liderada por Guardiola, donde ganó el triplete, entre muchos otros títulos, junto a Xavi, Iniesta, Messi y compañía.
Entre las virtudes que posee el defensa central, se encuentra la habilidad que tiene para sacar el balón desde atrás. Además, con sus 192 cm, aporta fuerza en el juego aéreo en ambas áreas. Su contundencia en los choques, su colocación y su manera de ver el juego hacen de Piqué un zaguero muy completo. Por si fuera poco, tiene un olfato goleador que comparte con muy pocos jugadores de su misma posición.
Con el paso del tiempo se ha convertido en más que un símbolo azulgrana. Es el pilar de la defensa culé y se podría decir que el alma del vestuario debido a su carisma, que le hace ser un futbolista muy singular. Piqué ha ganado 4 Champions, 8 ligas y el Mundial con España de 2010, entre otros trofeos.

Gerard Piqué con el dorsal '3' en el FC Barcelona
Giacinto Facchetti, zaguero del Inter en la década de los 60 y 70, Ashley Cole, lateral del Arsenal y Chelsea y Patrice Evra, jugador que pasó por el Mónaco, United y Juventus son otros ejemplos de defensores que jugaron por banda izquierda y que se adueñaron de este dorsal.
Por lo tanto, el 3 no es un dorsal cualquiera. Lucir el dorsal 3 en la camiseta de fútbol conlleva una gran responsabilidad. Ahora toca preguntarse, ¿qué otro jugador joven se convertirá en leyenda con este dorsal? Aún es pronto para averiguarlo. Tendremos que esperar para saber quién será el próximo futbolista con el 3 a sus espaldas que triunfe y se una al equipo de Maldini, Roberto Carlos y Piqué, y siga engrandeciendo la historia de este emblemático dorsal.