El dichoso coronavirus inició su andadura en diciembre de 2019 en China, concretamente en la ciudad de Wuhan. Al principio eran casos aislados pero, en menos de un mes, el virus se propagó causando miles de infectados alrededor del mundo.
El COVID-19 es de contagio fácil. A causa de esto, como ya hicieran en China, Italia o España los países se han visto en la necesidad de tomar medidas severas. Este virus está afectando a la vida de millones de personas, impidiéndoles realizar las acciones cotidianas del día a día con normalidad cómo ir a trabajar, comprar el pan, llevar a los niños a la escuela o simplemente reunirse con amigos o familiares.
Otra de las actividades que el coronavirus se ha llevado es el deporte, más concretamente, el fútbol que como dijo Jorge Valdano «es lo más importante de las cosas menos importantes». Al principio de todo, empezaron a verse situaciones inusuales y nunca vistas en el mundo del deporte como la suspensión y aplazamiento de algunos partidos, ver aficionados en las gradas siguiendo el encuentro con mascarillas o, incluso, jugar partidos a puerta cerrada.
El coronavirus se ha llevado el fútbol que como dijo Valdano «es lo más importante de las cosas menos importantes»
Los futbolistas también son personas y también se juegan la vida, por mucho que algunos los tengan idolatrados y a veces no nos demos cuenta. Debido a los múltiples viajes que realizan los jugadores, están expuestos al virus en múltiples ocasiones y muchos son los casos de coronavirus entre los futbolistas de élite, véase los jugadores de equipos como Valencia, Juventus, Chelsea, Espanyol entre otros.
A día de hoy, las más altas esferas del fútbol, han decidido la suspensión momentánea de todas las competiciones de fútbol. La primera competición que decidió suspender los partidos fue la Serie A donde el foco de la pandemia del coronavirus se propagó a mayor velocidad, después han ido cayendo poco a poco las demás, hasta tal punto que, la Eurocopa que se iba a celebrar este verano se ha visto obligada a posponerse para el 2021.
Finalmente, el coronavirus no contento con obligarnos a estar confinados en casa, sin poder salir a la calle, sin poder ir al trabajo, sin poder disfrutar de nuestros amigos, también nos ha arrebatado eso que tanto amamos. Se ha llevado eso que nos hace desconectar, aunque sea por un rato, de todo aquello que nos rodea. Ya no nos permite ni realizar las típicas pachangas de los lunes noche, tan características de aquellos que ya no optamos a la élite pero seguimos atados al deporte que tanta felicidad nos aporta y, aunque sea por un momento, nos permite volver a nuestra infancia y creer que todavía podemos ser alguien en el mundo del fútbol.
Ahora ya, ni siquiera nos queda ese momento en el que uno se sentaba en el sillón de su casa una tarde de domingo y disfrutaba de un buen partido de fútbol.
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