Tradicionalmente cada posición estaba ligada a un dorsal. Los equipos solo utilizaban números del 1 al 11, que son los jugadores que hay en el terreno de juego, y cada demarcación tenía el suyo asignado. Así, entendemos que el 1 era siempre para los porteros, el 9 para los delanteros centro y, el dorsal que nos atañe, el 11, para los extremos izquierdos.
Sabiendo que hoy en día esto ya no funciona así y teniendo en cuenta que cada jugador escoge el número que quiere, exceptuando el 1 o el 13 de los porteros, el 11 es el que se ha mantenido más fiel a la norma original.
Si bien los futbolistas de los que vamos a hablar no son, específicamente, atacantes que juegan por banda izquierda, sí que son extremos. Paradójicamente los tres en los que voy a profundizar juegan, o jugaban, en el costado opuesto.
El primero es Gareth Bale, que no podemos decir que no tenga predilección por este dorsal porque desde que empezara a usarlo en su último año en el Tottenham ya no ha dejado de hacerlo. Con el Real Madrid siempre lo ha llevado y con la elástica de la selección galesa no ha sido distinto. El expreso de Cardiff tiene hoy en día la fama de estar siempre lesionado, de preferir el golf al fútbol y de no saber español. Pero, en lo estrictamente referente al balompié, Bale es un jugador único.
Empezó su carrera jugando en el lateral izquierdo y ha ido avanzando su posición hasta llegar al extremo derecho, jugando incluso alguna vez en la doble punta junto a Karim Benzema. Probablemente es uno de los jugadores con un físico más portentoso que nunca se hayan visto, con una velocidad en distancias largas a la altura de muy pocos, o ninguno, y una fuerza desorbitada. Es pura potencia. Esto serían grandes cualidades si habláramos de un atleta, pero a todo lo dicho Gareth añade un magnífico golpeo de balón con su zurda y gran facilidad para proporcionar goles o asistencias a su equipo entrando desde la banda.
Ha dejado actuaciones memorables como la final de la Champions 2018 en la que hizo un doblete al Liverpool, con chilena incluida; y un gol en la final de Copa del Rey de 2014 contra el Barça, superando a Bartra por la banda, que no puede definir mejor sus condiciones. Una verdadera lástima que su potencial se haya visto mermado por las continuas lesiones musculares y nos haya privado de disfrutar más de su juego.

Gareth Bale con el '11' a la espalda en el Tottenham Hotspur
El segundo es un futbolista con una técnica mucho más exquisita que el primero, con una zurda que ha estado entre las mejores del mundo en los últimos diez años y que se retiró al acabar la temporada pasada. Hablamos, por supuesto, del holandés Arjen Robben. En su caso también podemos decir que le gusta vestir la 11, pues la usó en el Groningen, en el PSV Eindhoven, en el Real Madrid y en la selección.
Robben es uno de esos futbolistas que puede presumir de tener una jugada con su sello autoral, una jugada que llevada a cabo por cualquier otro jugador hace que la mente viaje directamente a donde la viste reproducir tantas veces. Me refiero, claro está, a sus recortes hacia el interior partiendo desde derecha, controlando el esférico con el exterior del pie. Era totalmente imparable, por su habilidad con el balón y por la velocidad de ejecución de la jugada. Ningún defensor era capaz de pararle aún sabiendo perfectamente lo que iba a hacer. Jugó en grandes clubes como Chelsea y Real Madrid, pero donde desplegó todas sus facultades y consiguió alejarse de las lesiones que le habían perseguido durante su carrera fue en el Bayern de Múnich, con quien ganó la Champions en 2013.

Arjen Robben con el '11' en la espalda en un
Holanda vs México en el mundial 2014
Finalmente, el tercero es ni más ni menos que Mohamed Salah. Después de pasar por Basel, Chelsea y Fiorentina sin demasiada fortuna, fichó por la Roma, donde empezó a usar el 11, y despuntó lo suficiente como para que el Liverpool de Klopp apostara por él pagando 40 millones. Casualidad o no, en Roma y Liverpool ha usado la ’11’ y es donde mejor le he ha ido.
Desde luego, lo que nadie esperaba es que el egipcio que se convirtiera en una estrella mundial. Su explosión el primer año en Inglaterra dejó al mundo del fútbol atónito. El Faraón fue el máximo goleador de la Premier con 32 goles en 36 partidos, que se dice pronto. Se convirtió en el puntal del equipo y junto a Mané y Firmino forma el tridente más temible de Europa. En los últimos dos años los reds han sido claramente el mejor equipo del mundo, llegando a dos finales de Champions consecutivas, ganando la última, y arrasando en la presente campaña del campeonato doméstico. Sin duda, uno de los principales artífices de esta situación ha sido Mo Salah.

Mohamed Salah con el dorsal '11' en el Liverpool
Otros grandísimos jugadores que han compartido dorsal con estos tres futbolistas son Fernando Redondo, Ryan Giggs, Pavel Nedved o Didier Drogba.
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