El predominio de los entrenadores blancos en las principales ligas de fútbol es un hecho que no admite discusión. Aun así, parece que sea un tema de menor importancia, el cual ni nos llegamos a plantear. Tras el brutal asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía, se han producido una multitud de manifestaciones en contra del racismo. El fútbol también ha recibido el impacto de esta ola de reivindicaciones sociales, y quien ha puesto en el punto de mira al racismo dentro del fútbol es, ni más ni menos, que Raheem Sterling, jugador del Manchester City.
El futbolista inglés puso en evidencia la falta de representación negra en los cuerpos técnicos de los equipos de fútbol. «En la Premier League hay como 500 jugadores y un tercio de ellos son negros, pero no tenemos representación en la jerarquía ni en los cuerpos técnicos», explicó a la cadena británica BBC. Además, defendió que a los entrenadores negros se les da menos oportunidades y puso como ejemplo los casos de Steven Gerrard, Frank Lampard, Sol Campbell y Ashley Cole.
«En la Premier League no tenemos representación negra ni en la jerarquía ni en los cuerpos técnicos»
Según Sterling, aunque los cuatro exfutbolistas consiguieron el título de entrenador, a los dos últimos “no les han dado las mismas oportunidades, y los dos son negros”. Gerrard se encuentra al mando de los Glasgow Rangers y Lampard entrena al Chelsea desde el verano pasado. En cambio, Ashley Cole regresó al Chelsea para dirigir al plantel Sub 15 y Sol Campbell es el entrenador del Southend United, equipo de la League One (tercera división inglesa).

Raheem Sterling - Manchester City
Pero Sterling no ha sido el único que ha hecho declaraciones sobre el racismo en el fútbol. En 2015, el campeón del mundo con Francia en 1998 y exjugador del Barcelona, Lilian Thuram, defendió en una entrevista a L’Equipe que en la sociedad europea existían prejuicios sobre la capacidad que tienen las personas negras para ser entrenadores de fútbol: “La gente piensa que son grandes atletas con buenas capacidades físicas, pero para ser entrenador necesitas inteligencia y disciplina. En el campo todo está muy bien, pero el resto es complicado porque hay personas que dudan de que la gente de raza negra sea capaz. Cuando se duda de la inteligencia de una etnia, provoca situaciones imposibles«, comentó Thuram.
Otro icono futbolístico que ha denunciado la poca presencia de entrenadores negros ha sido Samuel Eto’o, exfutbolista del Barcelona y del Inter de Milán, entre otros clubes. En una entrevista con Canal+ Francia en enero de 2019, el camerunés afirmó que existen entrenadores africanos muy buenos, pero que no se confía en ellos. “Hay una falta de confianza en los entrenadores de color, somos vistos como seres humanos de segunda clase”, afirmó Eto’o.
Ahora hace falta preguntarse las causas que provocan esta escasa participación de los entrenadores negros dentro de los cuerpos técnicos. Una de las medidas que puso en marcha el Sindicato de Futbolistas Ingleses (PFA) fue un plan de discriminación positiva, donde los clubes estaban obligados a entrevistar a mánagers negros cuando hubiese puestos vacantes.
Sin embargo, esta medida parece ser insuficiente. En Inglaterra, de los 91 entrenadores que hay en las cuatro divisiones principales, solo 6 son negros. En España, ningún entrenador de raza negra en primera ni segunda división. En la Ligue 1 francesa, hay solo uno: Patrick Vieira, del Niza. En la Ligue 2, se repite el mismo patrón: Omar Daf (perteneciente al Sochaux) es el único entrenador negro, después de que Franck Passi abandonase el FC Niort.

Pancarta de la UEFA contra el racismo "No to racism"
Barça-Ajax
¿Existe un racismo estructural en el fútbol que impide acceder a ciertas personas a determinados puestos? ¿El racismo solo está presente en los terrenos de juego cuando se producen lamentables insultos? Todo parece indicar que al deporte rey le afecta el racismo de distintas maneras, y que necesita medidas severas para frenar las desigualdades que se generan. El tiempo dirá si el fútbol tiene margen para rectificar o por el contrario, está condenado a seguir con la lacra del racismo que solo perjudica a uno de los deportes más bonitos del mundo.