La presidencia del Barça puede llegar a ser un deporte de alto riesgo que conlleva muchas presiones, amenazas y hasta deudas. Este pasado domingo tres valientes reunieron el suficiente coraje como para hacer frente a todos estos contratiempos. Pero solo uno de ellos logró ganarse la confianza de gran parte de los más de cincuenta y cinco mil socios que ejercieron el derecho a voto, Joan Laporta.

El socio del Barça ya tiene presidente. Joan Laporta ganó con contundencia las segundas elecciones más participativas de la historia del club, marcadas por la pandemia mundial y por la crisis económica y deportiva que está atravesando el elenco culé. No son sus primeros sufragios ganados y en eso basó gran parte de su campaña.

Los tres candidatos a la presicencia blaugrana cogidos de la mano con deportividad tras los resultados electorales. Fuente: Flipboard

A diferencia de las anteriores elecciones en las que salió derrotado por Josep Maria Bartomeu, Joan Laporta se ha mostrado con un tono más conciliador y menos agresivo. Ha basado la mayoría de sus puntos estratégicos de campaña en su figura como expresidente y en su experiencia en reflotar el club. Pues en 2003 dio el campanazo y le arrebató la presidencia del club a Lluís Bassat y se encontró a un equipo derrotado anímicamente y jugando en Europa League.

La situación del club en 2003 es parecida a la situación actual en que se encuentra el equipo dirigido por Ronald Koeman. En 2003 el conjunto azulgrana finiquitó unas cuantas décadas seguidas de nuñismo encarnado por el propio Josep Lluís Núñez y por Joan Gaspart. Después de una década dorada en la que los culés alzaron su primera orejona en el 1992, siguieron años de crisis deportiva en la que el club no alzaba cabeza. De hecho, el Barça no llegó a clasificarse para la Uefa Champions League en la última temporada de Joan Gaspart.

Si bien actualmente la crisis deportiva no parece tan grave, sí lo es el agujero económico en que se ve sumergido el Barça. Se estima que la deuda asciende a más de mil millones de euros. Una auténtica barbaridad. Joan Laporta se encontró a un Barça moribundo en lo que incumbe a la parte deportiva pero con las cuentas saneadas. Cosa que hoy esta vez no se va a encontrar.

El socio le ha brindado la confianza, sus más de treinta mil votos, equivalentes al 54,28% de los votos totales, lo avalan. Ha ganado con contundencia, lejos de Víctor Font, su adversario principal que se ha quedado con menos del 30% de los votos (unos diecisiete mil). Por su parte, Toni Freixa, el otro candidato a la presidencia del club, no ha obtenido ni cinco mil votos válidos (un 8,58% de los votos emitidos).  

Los resultados de las elecciones del Barça en votos totales y porcentaje de voto. Joan Laporta 54,3%. Víctor Font 30%. Toni Freixa 8,6%.
Los resultados de las elecciones del Barça en votos totales y porcentaje de voto. Font: Esport 3

Joan Laporta se ha hecho con los mandos de una de las mayores entidades deportivas del mundo, capaz de generar mil millones de euros en ingresos y conseguir todos los logros deportivos posibles. Lo ha hecho gracias a su gran carisma y experiencia

Víctor Font proponía todo lo contrario. Un nuevo presidente desconocido, foc nou, tal como lo decía él. Basó su campaña en un elaborado proyecto que le llevó casi siete años en culminar. Si bien no ha ganado las elecciones y, de momento, no podrá llevar a cabo su proyecto, sus casi diecisiete mil votos en sus primeros sufragios son un gran inicio. Roma no se hizo en un día. 

Toni Freixa ha mejorado sus resultados en las elecciones del 2015, en las que pasó el corte de milagro. Ha obtenido casi cuatro mil ochocientos votos, tres mil votos más que en sus últimos sufragios. Era el candidato que se hacía llamar independiente de partidos políticos y de antiguas gestiones. Pero su estancia como directivo en la legislatura de Sandro Rossell y el apoyo incondicional de los grupos de animación más extremistas no lo han terminado de ayudar.

Joan Laporta vuelve a tomar el timón de este barco a la deriva llamado Barça. Con toda la determinación, confianza y experiencia del mundo pero con la incertidumbre de la marcha del astro argentino Leo Messi, de la nula planificación deportiva y del agujero negro económico en que está sumido el club azulgrana. Nadie dijo que este viaje fuera fácil, Laporta tendrá que lidiar con todo esto y más, pero si ya lo hizo una vez, ¿por qué no lo puede volver a repetir?


Síguenos en nuestras redes sociales para estar al día de la actualidad del Círculo Central.