Los porteros, siempre en el punto de mira, son los que cuando todo parece perdido sacan a relucir sus alas y evitan el gol. Los defensas los que protegen el área y entorpecen al rival el camino del gol. Los delanteros, en la mayoría de los casos, los que se llevan los focos, los ídolos de los más pequeños, son al fin y al cabo, los que meten goles. Pero los mediocampistas son una pieza fundamental en el fútbol.

Antiguamente, el fútbol era más directo, más vertical, no estaba estudiado al detalle cómo lo está hoy en día. Por ese motivo, la labor de los que jugaban en el medio del campo no eran tan importante. El perfil de jugador que se buscaba para esa posición era un jugador de músculo, capaz de soportar durante todo el partido el ritmo frenético de ida y vuelta, no era tan importante el nivel de técnica que manejaba.

Hoy, el fútbol se ha convertido, más bien, en una partida de ajedrez. Prácticamente todos los movimientos que sucederán en el campo han sido estudiados previamente. Es ahí cuando la figura del mediocampista toma un papel relevante en el juego. Ellos son los encargados de entender esa partida de ajedrez mejor que nadie. Son los que moverán a su equipo a un ritmo determinado, hacia un lado u otro, los que acelerarán el juego o los que dejarán que la partida se rompa. 

Johan Cruyff y Pep Guardiola cambiaron la forma de entender esta posición y trajeron consigo esos ya famosos “locos bajitos”. Esos “locos”, como Xavi Iniesta entre otros, son los que dominaban tiempo y espacio a la perfección con un toque de balón excepcional. No importa cuál es tu estatura si entiendes el fútbol a las mil maravillas. Ellos ejercían de metrónomo, llevando el tempo perfecto en cada situación de partido. No les quemaba el balón en los pies, lo retenían y esperaban el desmarque de su compañero para enviarle un pase perfecto en el instante preciso para, así, dejarlos mano a mano con el arquero.

«No importa cuál es tu estatura si entiendes el fútbol a las mil maravillas»

Por otro lado están también los mediocentros puros, caracterizados por su capacidad para recuperar balones. Ellos son los encargados de destruir el juego del rival, siempre bien posicionados, agazapados esperando el error para intervenir. Pero también son los encargados de iniciar el juego para su equipo. Ahí, mejor que nadie en los últimos tiempos, destacan las figuras de Casemiro Sergio Busquets. Ambos, siempre bien colocados, parecen multiplicarse en el campo ejerciendo de coches escoba, siempre auxiliando a sus compañeros.

Últimamente está retomando fuerza la figura del todocampista. Una figura que habíamos perdido de vista durante un tiempo. Estos jugadores son medio pulmón para sus equipos, siempre incombustibles recorriendo el campo de área a área. Tan pronto ayudan en defensa cómo llegan desde segunda línea al área rival. Son pura garra. En esta posición está emergiendo un jugador por encima del resto, Fede Valverde.

Por ese motivo, los mediocampistas son los cimientos sobre los que se posa un equipo. Sin ellos nada seria lo mismo. La estabilidad y el equilibrio pasa por ellos, y todo el equipo se beneficia de su trabajo; por lo contrario, son los encargados de llevar el balón de la propia portería hasta la contraria; y a su vez, cuando el balón está en los pies del rival, son los primeros que tratan de recuperarlo. De ahí su importancia. La mayor parte del tiempo estos jugadores, tan específicos y vitales, se posan sobre el círculo central haciendo de ese espacio, su hábitat natural.


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