Diego Armando Maradona Franco es sin lugar a dudas uno de los mejores futbolistas de la historia. Su habilidad para llevar el balón pegado al pie, la inmensa cantidad de recursos para regatear a un rival o la gran visión de juego que poseía están al alcance de muy pocos. Pero si hay que destacar por encima de todas una cualidad de Diego, esta es, la precisión con la que su pie contactaba con el balón para realizar cualquier tipo de desplazamiento o disparo. Técnicamente era un privilegiado, pero en el aspecto físico no se quedaba corto. Su potentísimo tren inferior le permitía superar a los rivales con una facilidad asombrosa.
Para muchos, es el jugador más parecido a Leo Messi que se ha visto en un terreno de juego, tanto por su habilidad técnica como por su físico, de ahí las mil y una comparaciones que se han realizado entre ambos genios. Pero el objetivo de este artículo no es emprender un debate sobre cuál de los dos es mejor. En este artículo trataremos de descifrar cuales son los éxitos y las hazañas que logró Maradona, para ser catalogado hoy en día com un mito en Argentina y, especialmente, en la ciudad italiana de Nápoles.
Argentina y Maradona
Maradona es Argentina. Los argentinos le adoran y hasta le llegan a colgar la etiqueta de mito viviente. Para entender dicha admiración nos tenemos que remontar al Mundial de 1986, en el que Maradona culminó una de la mejores actuaciones individuales que se han visto en un Mundial. Argentina no llegaba como favorita para este mundial, de hecho el técnico Carlos Salvador Bilardo estuvo a punto de ser despedido meses antes del inicio del torneo. Sin embargo, Diego se puso el traje de líder y comandó a Argentina a la conquista de su segundo Mundial.
“El Pelusa” anotó cinco goles, repartió cinco asistencias y siempre apareció en los momentos claves. Anotó dos goles contra Inglaterra en cuartos, dos más ante Bélgica en semifinales y dió la asistencia a Burruchaga en el minuto 86 de la final ante Alemania; gol que daría a Argentina su segundo campeonato mundial. Maradona fue galardonado, de forma más que merecida, como el mejor jugador del torneo.
Pero en este mismo mundial, el partido que enfrentó a los combinados de Inglaterra y Argentina en la ronda de cuartos de final elevó todavía más el mito que hay entorno a la figura de Maradona.
Para poner en contexto este encuentro, tenemos que situarnos cuatro años antes de la disputa de este partido. Entre Abril y Junio de 1982, las naciones del Reino Unido y Argentina libraron una guerra para determinar la autoridad sobre el territorio de las Islas Malvinas, que hasta este momento pertenecían al Reino Unido. La batalla se llevó por delante la vida de 258 militares ingleses y 649 argentinos y tuvo como vencedor al Reino Unido.
Para los argentinos dicho partido fue calificado como una revancha por la guerra vivida cuatro años atrás. Ya no se trataba únicamente de un partido de fútbol, sino de un evento que arrastraba a toda la sociedad argentina. El partido se disputó en el Estadio Azteca de Ciudad de México ante 114.000 espectadores, en un ambiente tenso por los tiempos pasados. La selección argentina se impuso de forma merecida por un resultado de 2-1.
El partido es uno de los mejores de la historia de los mundiales, tanto por el contexto como por los dos goles, ya míticos, que anotó Maradona. El primero llegó en el minuto 51; tras un mal despeje del jugador inglés Hodje, el balón quedó en disputa por el aire entre el portero inglés Peter Shilton y Maradona, este último logró anticiparse para contactar el balón con la mano e introducirlo dentro de la portería inglesa. El gol fue dado por válido ante la estupefacción de los jugadores ingleses, que no podían creer lo que estaban viendo. Se trata de un gol tan emblemático en la historia del fútbol que hasta llegó a ser apodado como “La mano de Dios”.

Mítico gol de Maradona "la mano de Dios"
contra Inglaterraen el mundial del 86
. Tan solo cuatro minutos más tarde Maradona anotó el que es considerado como “El gol del Siglo”. Una impresionante jugada en la que el ‘diez’ argentino logró regatear hasta 5 jugadores incluyendo el portero inglés. “El Pelusa” arrancó la jugada en el círculo central, y exhibiendo toda su potencia, junto con una gran habilidad para superar todos los oponentes rivales que se le venían encima, consiguió anotar un auténtico golazo. Mas de treinta años después el gol aún es recordado como uno de los mejores de todos los tiempos.
Su segunda ciudad
Maradona llegó al conjunto napolitano en el verano de 1984 tras una etapa con más sombras que luces en Barcelona. Su primera experiencia en territorio europeo no fue lo buena que se esperaba, y estuvo más marcada por las múltiples lesiones y los asuntos extradeportivos que por su buen hacer sobre el terreno de juego. En Barcelona, Maradona dejó destellos de lo que podía llegar a ser, pero le faltó mantener un ritmo de juego constante.
En aquellos tiempos el Nápoles no era una gran potencia de Italia como lo conocemos hoy en día, más bien, era un conjunto que solía estar situado en la parte media-alta de la tabla y encadenaba dos temporadas consecutivas luchando por eludir el descenso. Buena prueba de ello es que antes de la llegada de Maradona, el club únicamente contaba en sus vitrinas con dos Copas de Italia, conseguidas en los años 1962 y 1976.
Con Maradona en el equipo, el Nápoles poco a poco pudo ir construyendo un proyecto ganador que culminó con la obtención de de dos ligas italianas en los años 1987 y 1990. Además, el conjunto partenopeo también pudo lograr una Copa de Italia en 1987, año en el que consiguió el doblete, y un título continental, la Copa de la UEFA -actualmente Europa League- en 1989..
Para poner en valor los títulos obtenidos por Maradona en Nápoles, tenemos que comprender primero de todo cómo es la sociedad y la geopolítica italiana. Italia se puede dividir en dos zonas, el norte que llega hasta la ciudad de Roma es una zona rica a nivel económico, y tiene como puntos neurálgicos las ciudades de Turín y Milán. Sin embargo, el sur es una zona pobre económicamente hablando. Tan abismales son las diferencias que en la actualidad el paro en el sur es tres veces superior al del norte y el PIB per cápita del norte duplica al del sur. Es obvio que ante tales diferencias existe una fuerte rivalidad entre el norte y el sur del país.
El campeonato italiano es un reflejo de la sociedad, hasta la llegada de Maradona tan solo un club de la zona sur del país, el Cagliari de la isla de Cerdeña, había logrado hacerse con el título. El resto de campeonatos los habían ganado equipos de la zona norte. El éxito de Maradona en Nápoles no está únicamente ligado al aspecto futbolístico, sino también a un aspecto social. Él, un niño criado en un barrio marginal de Buenos Aires consiguió llevar a la cima a una ciudad sin grandes recursos como Nápoles.
«Un niño criado en un barrio marginal de Buenos Aires consiguió llevar a la cima a una ciudad sin grandes recursos como Nápoles»
Un episodio que nos permite dimensionar la figura de Maradona en la ciudad de Nápoles, fue la semifinal del Mundial de 1990 disputado en Italia. Esta semifinal enfrentaba a las selecciones italiana y argentina en el estadio napolitano de San Paolo. Aquel día la hinchada napolitana se dividió entre apoyar a la selección nacional o al ídolo de la ciudad. El partido lo terminó ganando Argentina, y muchos expertos se han apresurado a afirmar que en caso de que esta semifinal se hubiera disputado en cualquier otra localidad italiana, el resultado hubiera sido distinto. Esto nunca lo sabremos, pero que la afición tuvo un peso importante en el devenir del partido, parece una realidad.
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