El jovencísimo jugador que llegó procedente de UD Las Palmas, Pedro González López, más conocido como Pedri, ya ha demostrado de lo que es capaz de hacer en el terreno de juego. Es un jugador atípico. Pocas veces se ha visto a un jugador recién llegado a un club, y además tan joven, tener un descaro semejante con el balón en los pies. No tiene un físico de futbolista de élite, sin embargo, parece que todo el músculo se concentra en su cabeza, su mejor aliada.
Pese a que, a su llegada el club azulgrana estaba pasando una de sus peores crisis en mucho tiempo, tanto institucional como deportivamente hablando, Pedri ha cambiado la perspectiva de futuro azulgrana. Un chico sencillo, humilde, trabajador, centrado, inteligente y con muchísimo fútbol en sus botas, ha ilusionado al barcelonismo por su desparpajo y saber hacer en el verde.

Pedri controlando el balón frente a la Juventus en Turín. Fuente: FCB
El tinerfeño llegó a Can Barça con una premisa clara en su cabeza: «Prefiero tener cerebro. En el fútbol es mejor tener cabeza y pensar un segundo antes que el rival para adelantarse a lo que él hará». Con pensamientos como este, Pedri se va metiendo al socio en el bolsillo. Estas palabras resuenan en las cabezas de los culés como un mantra. Y recuerdan a jugadores como Xavi o Iniesta que, pese a no tener el mejor físico, siempre iban un paso por delante del resto.
«Prefiero tener cerebro. En el fútbol es mejor tener cabeza y pensar un segundo antes que el rival para adelantarse a lo que él hará».
Pedri González
Al principio Koeman no tenía excesiva confianza en él, pero con el paso de los entrenamientos y con cada ocasión que el tinerfeño goza de oportunidades dentro del campo demuestra que su fútbol es de muchos quilates. Cuando Pedri cruza la línea de cal, deja los nervios en el vestuario y sale a darlo todo. Como si estuviera en el patio del colegio. El tiempo se detiene para los amantes del fútbol cuando Pedri se enfunda la elástica azulgrana.
Pedri crea el fútbol con la cabeza y lo transmite con el cuerpo. Su elegante y potente zancada le permiten, con balón superar líneas y proyectar al equipo en ataque, y sin balón ocupar espacios y recuperar muchos balones. Su fantástico control orientado y orientación corporal muestran la gran capacidad intelectual para leer el juego. Su calidad y sutileza, su saber hacer y su gran visión de juego permiten a sus compañeros combinar con él teniendo la seguridad de que el balón está en buenos pies. Además, su carisma y naturalidad nos hacen prever que será un jugador importante en el futuro del club.
Así pues, el joven jugador canario ya cuenta con el beneplácito de los aficionados azulgranas y, con sus grandes actuaciones dentro del campo y su gran conexión con Messi, también ha conseguido la bendición del ’10‘. Pese a que, como él mismo afirma: «Fuera del campo cuando tengo que conocer a alguien y me tengo que soltar con otras personas ya me cuesta más», en el terreno de juego, se entiende a las mil maravillas con el argentino. Se percibe claramente en la mirada cómplice de ambos. Pedri puede ser un factor determinante a la hora de que el crack azulgrana replantee su futuro en el club.

Messi y Pedri celebrando un gol del argentino a pase de tacón del canario. Fuente: El Mundo
Su gran capacidad adaptativa y su rápida absorción y asimilación de conceptos le permiten jugar en un amplio abanico de posiciones. Llegó a Barcelona como un regateador y, en cosa de pocos meses, se ha convertido en un comodín de garantías. Esto hace que Koeman siempre lo tenga en mente a la hora de realizar las alineaciones, puesto que Pedri siempre cumple. Sea en la posición que sea.
Si Pedri fuera un bailaor flamenco, se diría que «tiene duende». Si hay algo que caracteriza al flamenco es su capacidad de transmitir sentimientos. Y al igual que el baile y la música flamenca, Pedri tiene la gracia, la picardía y la elegancia andaluza; la garra y el temperamento gitano; y los contoneos de la cultura africana
Tiene todo lo necesario para triunfar en los mejores tablaos flamencos. Puede tocar el cajón flamenco y ponerle música, como cuando baila a los rivales pegado a la línea de banda. Puede ponerle voz al equipo y cantar, igual que cuando ejerce de pivote dotando de ayudas al equipo y una salida de balón limpia. O puede taconear y bailar por la frontal del área, como si del mejor de los bailaores flamencos se tratara.
Como una vez dijo el gran Federico García Lorca en la Teoría y juego del duende en 1934:
«El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies. Es decir, no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre, de viejísima cultura, de creación en acto»
Federico García Lorca
A Pedri le sucede lo mismo cada vez que se pone sus botas. El duende interno que tiene se adueña del canario, le sube por la planta de los pies y le llega a su cabeza privilegiada para ejecutar un fútbol de clase mundial. No lo puede domar ni controlar. La esencia pura del fútbol se apodera de él y nos brinda partidos espectaculares como el de ayer en el Estadio José Zorrilla o el de Turín. El duende se tiene o no se tiene, y a Pedri le sobra.
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